martes, 26 de enero de 2010

Paraíso Tóxico: Los Cazadores (1 y 2)

1


Cercanos a la ciudad, en un restauran de los suburbios, Julia y Paúl toman una cerveza y esperan la orden. El sol está ardiendo afuera, y las calles empedradas transpiran vapor mientras que un tren que pasa justo por encima de ellos hace vibrar las mesas del restauran. Ambos esperan a Leroy, un historiador amigo de ellos que vino a la ciudad a seguir los sucesos:
- Mira esa rockola Julia
- Jaja, ¿seguirá funcionando? Parece de los años 20
- Ey! Disculpá, ¿funciona esa rockola? – Dice Paul al mozo que justo le pasa por al lado con una bandeja llena de copas y vasos.
- Si señor, son veinticinco centavos por dos temas
Paul se levanta y toma monedas de su bolsillo, mira la lista y sonríe a julia
- Eeeeeeey Julia, esto es increíble, Leadbelly, Muddy Waters, Willie Dixon, ¡Jimmy Reed!
- Realmente está perdida en el tiempo esa cosa. Dale, dale, largá todas las monedas.

El blues empieza a teñir el ambiente y Leroy abre la puerta del restauran; Camisa a cuadros, chaleco, Jeans, zapatos negros y gorra de camionero.
- Eeeey, si son nada mas y nada menos la pareja de borrachos mas buscada de todo el país, jejeje
- ¡Eh Leroy! Siempre con esa gorra sucia. ¡Dame un abrazo!
- ¿Como anda mi Julita querida eeh?
- Bien, loco, bien ¿vos?
- No me quejo, disfrutando de este calor de mierda, ocupándome de mis negocios.
- ¿Así que tenes un departamento acá en la ciudad ahora? – pregunta Paul, mientras que Leroy se acomoda en su silla
- Si, mi hermana se casó y se fue a vivir al campo así que el departamento de mi abuela queda para mí. El otro día me compré unos muebles, quedaban un colchón y la cocina de cocinar no más. ¿Y a ustedes que los trae por estos pagos? jajaja
- Jeje. Tengo lo que me pediste en el auto, hace tiempo que no te tenía con armas pero bueno, te aseguro que están como las dejaste.
- Bien. Y cuéntenme, ¿como va la banda?
- Ahí andamos, después de lo del baterista estamos muy hasta las pelotas, igual en el auto tengo el último disco, la discográfica rompe menos las pelotas y pudimos editar bastante nosotros, con Paul estamos medio hartos de los productores.
- ¿Y con lo del baterista? ¿Cómo se las arreglaron?
- Y tuvimos que terminar de grabar con un amigo, agarró los temas en dos semanas para que te hagas una idea. Fue muy repentino, se enteró del accidente de la vieja y se fue inmediatamente. El otro día nos llamó, ¿el martes no Paul?
- Si, dijo que se está cagando de frío, nos pidió disculpas. Sonaba hecho mierda, parece que quedó discapacitada.
- Que mierda.
- Y si, pero bueno, igual la madre ya tiene casi noventa años y bueno, las caídas son fatales para la gente de esa edad.
- Si, claro, claro. ¿Pidieron algo?
- Hamburguesas y papas fritas no mas
- Bueno, bueno, coman ustedes, yo los acompaño con una cerveza. Tomemos algo y hablemos.
- El asunto es Leroy – dice Paul interrumpiéndolo – El asunto es que hoy a la tarde tenemos una reunión con uno de los directores de la discográfica, aprovechando que estamos por estos lados queremos cerrar algunos detalles, sobre todo los de los cheques jaja.
- Bien, bueno – dice Leroy comprendiendo- no hay problema alguno jejeje. Vayan, yo les dejo la dirección y se caen a la noche ¿si? Quiero que hablemos tranquilos del asunto, no en un bar.
- Bien, bien Lerito – dice Julia con cariño – Pero aprovechemos, contanos; ¿te separaste?, ¿abriste un local de discos?, ¿tu cabeza sigue tan tocada como la dejamos eh? Jeje
- Y ahí ando con todo, el local funciona, aunque siempre me pasa lo mismo, encuentro un asunto y lo largo a la mierda jejejeje. Yo sigo con lo mío locos.
Y bueno; Si, lo de Bárbara tuvo que ver con mi desequilibrio de siempre, al menos eso pensé, por ahí ya no nos queríamos mas, es difícil saber con el paso del tiempo, sobre todo cuando pasó lo que pasó
- ¿Los seguis viendo? – Interrumpe Paul a Leroy
- Nunca se van, siempre están, pero no me afectan. Ahora están en la mesa de al lado. Y la imagen es bastante absurda, ¿Que pueden hacer dos Ninjas en un café a estas horas, ambos vestidos de negro y con sables? ¡Y con este calor! Jejejeje. Pero bueno, ahí están. Ellos saben que no tienen que molestar y yo se que siempre están.

Pasan unas horas y luego de contarse innumerables anécdotas, recordar viejos tiempos y apenas mencionar el asunto de su encuentro el negro Paul y Julia se suben al cadillac y aceleran, y Leroy enciende su camioneta mientras que los dos Ninjas negros se suben parados detrás sin que sus cuerpos generen el menor peso sobre los amortiguadores. Y dentro del bar la rockola quedó sonando. Un blues melancólico repite una y otra vez: “There´s a man going round taking names, There´s a man going round taking names”.

2


Suena la puerta.
Hace tiempo que el Cadillac negro descansa en la entrada y Leroy abre y paga las pizzas y las cervezas. Es un departamento oscuro y desordenado. Los pocos muebles, restos de comida, botas de cuero, catálogos de discos y libros ocupan el espacio, haciéndolo aun más chico. Julia y Paul están sentados en el piso, sobre unos almohadones, rodeando una mesa ratona con un velador y tres vasos de cerveza.
- Y bueno, esta mas que bien ¿Pero cuando va a ser el próximo?
- Según los cálculos dentro de dos días, al amanecer, es posible que lo agarren a la salida de su casa. Aunque puedo equivocarme. Están dándole a peces gordos, hace tiempo que no matan a alguno del montón, por eso creo que le van a dar a este, es poco sabido, pero estaba muy involucrado con Martelli.
- Bueno Leroy - interrumpe Julia - Pero no jodas con las armas, no quiero problemas como los del banco eeeh, ya no estoy para esas jodas.
- Julia me extraña, éramos pibes, el poli cojeó durante dos semanas y se recuperó, además ya es otra cosa
- Ja, si se que es otra cosa, pero se la diste gratis, y nunca me gustó lo que pasó.
- Vale, a mi tampoco, me equivoqué
- Entonces en dos días..
- Si, si, quise buscar algo en alquiler pero no había, de todos modos hay una iglesia a media cuadra, nos subimos al techo al anochecer y pasamos la noche, ya tengo todo jajaja
Leroy acerca una caja con binoculares, visión nocturna, cuerdas, guantes y gorros. Paul y Julia miran el contenido y se echan a reír
- jajaja, de película, de película!
- Eeeeh! ¿Y ese quien es? - Pregunta Paul señalando a un gato naranja que salta de la ventana a la mesa para tomar un resto de leche con cereales que queda en un plato.
- Se me olvidó presentarlo, el es mi compañero de cuarto, Demóstenes.
- Lindo - dice Julia y se acerca a acariciarlo
- Si, si, lindo y apestoso, no lo toques mucho que te mea todo.
- Uuuh, ¿está en celo el hijo de puta? ¿Che en todo este quilombo no tenes un tocadiscos, o algo? quiero escuchar música.
- Si Paul, pasate al baño, es el único lugar donde lo pude meter y conectar bien, los enchufes están en corto, francamente la cabeza de mi hermana debe estar mas rota que la mía, no entiendo como vivía acá adentro, ya me electrocuté como cinco veces, prendo la luz y se prende el ventilador de techo, una porquería
- jajajaja, siempre fue de familia lo tuyo, siempre de familia
- Pongan su disco nuevo dale, quiero ver en que andan ahora
- Está en el auto - dice Julia desde la mesa mientras acaricia a Demóstenes
- Vale Paul, buscalo mientras yo abro otra, quiero escuchar eso, tomar y salir a festejar, tengo unas gotas locas, vamos a enloquecer por la ciudad. Teatros, bares, bandas, esta noche hay de todo.
- Vale, vale - dice Julia con tono festivo - que hace tiempo que no tenemos una buena noche de ciudad.