Debajo de las alcantarillas, donde la noche es más profunda y oscura que la noche más profunda y oscura, un nuevo orden se empieza a gestar. Sutil y sigiloso se introduce dentro de las mentes sedientas de sabiduría y de cambio, ayudando a liberar sus almas de estructuras viejas y gastadas que aun gobiernan el sub mundo de la superficie. Instituciones repletas de verdad y de gloria y un flujo constante de destellos de información protegen el rigor sádico y perverso que apunta y dispara hacia el ego de todos y cada uno. 
Hordas y hordas de esclavos caminan por las calles, prisioneros de una adicción impuesta desde el mismísimo nacimiento. Condenados condenan y la sangre y el odio tiñen las calles. Y el ego del esclavo se infla aun más mientras que su dedo índice apunta hacia fuera tan seguro como miserable y muerto de miedo. 
Un nuevo orden se está gestando, sutil y sigiloso desde las alcantarillas, mientras que los idiotas del puñal bailan una danza vertical,  perversa y maligna, cubiertos de una capa corriente y  correcta, y con el sol de su lado.
 
