lunes, 23 de noviembre de 2009

2

Perdido en un bosque, un rumbo lo atrae. Como un polo opuesto camina autómata y por entre los árboles hasta encontrar una puerta. Dos arbustos y una perspectiva extraña. Un hueco apenas visible se forma entre ellos. Toma un impulso y se mete, y de pronto hay una escalera de piedra. La puerta no tiene manijas, solo un triángulo gris y como si ya lo supiera lo toca de punta a punta hasta que la puerta cede. Es una luz roja, se mete, camina hasta llegar a un balcón metálico y queda asombrado. Ahí dentro se alzan edificaciones curvas y luminosas, conectadas por cilindros enormes con ventanas. Y por entre las edificaciones pueden verse montones de platos metálicos de diferentes tamaños.
De pronto y sin quererlo él se alza en el aire y empieza a caer suavemente hacia abajo, una compuerta se abre y cae en una habitación.
Es una sensación extraña para él, mira a su alrededor y lejos del shock da por hecho todo lo que sucede. Siente como si hubiese leído de esto en algún libro o como si lo hubiese visto en algún documental. La habitación es como un iglú grande y de algún material concreto, la luz artificial parece venir del piso o del techo o de ningún lugar específico y el único mueble consiste en dos literas y un cilindro vertical con un hueco lo suficientemente grande como para el cuerpo de un humano. En la habitación tampoco hay puertas y él empieza a no tener idea de donde está y de como es posible que haya llegado hasta ahí. Empieza a caminar despacio, observando con detalle todo a su alrededor hasta llegar al mueble, mira las camas, mas tarde el cilindro y luego de dudar un momento se mete en él. De pronto ve una luz blanca enorme que lo envuelve, siente un aire caliente y una lluvia torrencial que cae sobre él, todo en menos de un segundo, hasta que finalmente nota que está en otro lado. Automáticamente da un paso adelante y ve como frente a él se alza un plato metálico enorme.
El, desde el primer momento aceptó que todo esto se trataba de algo fuera de este mundo y se sorprendió al ver que debajo del plato salían personas de aspecto totalmente humano. Algunos vestidos de manera muy extraña y otros no, y simplemente caminando con total naturalidad.
Sigue dando pasos, nuevamente como si un polo opuesto lo atrajera, caminando sin pensarlo, el aire es fresco y renovador y el lugar está iluminado por una bola de luz envolvente que parece tenerse a si misma, un sol subterráneo. El sigue caminando hasta encontrarse finalmente con alguien. Un hombre flaco, alto y moreno, vestido con unos pantalones rojos y un saco verde con el símbolo de un triángulo le da la bienvenida y V1CER finalmente recuerda. Ambos caminan hacia uno de los platos metálicos mientras intercambian información.
Una vez dentro de la nave V1CER se sienta y otro humano le toma el brazo, se lo palpa y con una lapicera láser extrae el chip de su mano, cambiándolo por otro.
- Eso es todo V1CER, volverás a tu puesto en poco tiempo, un buen golpe de guerra se avecina y el campo de tierra sufrirá cambios devastadores.
El plato se alza y asciende hacia la superficie y luego a la estratosfera. V1CER termina de de leer la misión y una luz lo envuelve y lo hace caer suavemente.

Julio se observa despistado en un bar de los suburbios del planeta tierra, y es que hasta recién soñaba despierto sobre un viaje por un bosque. Y ahora él se levanta y camina hacia su casa, mientras que cada vibración de su cerebro es magnéticamente atraída y almacenada.